Ese enero fue gris en muchos aspectos, lidiar con el “luto” de dejar 25 años atrás, toda una vida construida se quedaba en una burbuja llamada tiempo para así empezar de 0. Emocionalmente hablando ella no estaba en su mejor momento, la recuerdo frágil, débil, quebrada por dentro y no tanto por lo que dejaba sino por su presente en aquel momento.

Escribir 4 años después de aquel inicio puede ser algo liberador, incluso sanador, porque recordar que ya no eres la sombra de esa persona en estos momentos de tu vida es algo que la impulsa a continuar. El dinero fue algo que le dio muchas lecciones aquel enero, las deudas le enseñaron a generar una estructura que hoy es mucho más sólida, los malos ratos, las lágrimas, la tristeza construyeron una fortaleza que hoy agradece porque tiene muy claro lo que quiere y lo que no.

No con todos compartía lo que vivía, ya que suele ser reservada con ciertas cosas, quizás muchas situaciones las eligió ella misma. La verdad algunas no fueron muy gratas, pero siempre intentó aprender de todas. Muchos seguramente hemos pasado por la situación de tener lo justo o en ocasiones, no tener para comer en un día, sin embargo al pasar el tiempo te das cuenta que todo siempre cambia para mejor y esas piezas van encajando perfectamente a medida que el tiempo avanza.

Hoy, a ella le gusta agradecer por cada detalle, por cada logro, por cada derrota, por cada sonrisa y hasta por cada lágrima. Ya que sin esas vivencias no hubiese podido convertirse en lo que es ahora.

Te recuerdo tan llena de miedos, inseguridades, con incertidumbre, pero a la vez muy muy en el fondo, tan decidida siempre de sus objetivos, que agradezco nuevamente que eso se mantuviera, porque sino no estuviéramos en este punto ahora. Que lógicamente no es la cima, pero para mi personalmente hablando es mucho lo que hemos logrado. Te quiero agradecer por siempre mantenerte, por no decaer cuando en muchas ocasiones quisiste hacerlo, porque quiero contarte después de cuatro años que lo hemos logrado, y que lo seguiremos haciendo; también que siempre te recuerdo porque gracias a todo lo que viviste hoy nos convertimos en una mejor versión.

Carta a mi yo del pasado.

Por Katherine Lemus
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