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Era lunes, 16 de marzo exactamente, fue una mañana atípica para ser honesta; desde hace días veía más gente en el transporte público utilizando mascarillas y guantes. Confieso que en ese momento la ignorancia sobre este virus era mayor y sinceramente me generaba ansiedad al ver tanta gente “protegiéndose”, pues me costaba entender si estaban “infectados” o solo era una pronta medida de protección. Repito, en ese entonces el bombardeo mediático no era tanto acá en Chile o tal vez yo quise esquivarlo un poco por mi salud mental.

Llegó el mediodía y con él, la medida de irnos a trabajar desde casa, así que me dispuse a iniciar mi modalidad “home office” desde ese día, que en teoría duraría una semana, y ya llevamos un mes (no sabemos cuanto más se extienda).

En principio, estaba “adaptándome” a esta nueva modalidad de estar en casa para todo. Pero no me tomó mucho tiempo entender que el virus era más veloz que una liebre en su propagación y que no tenía perdón, por raza, edad o color.

Mi espacio es reducido, solo dispongo de 40m2, en los que estamos 5 plantitas, mi música encendida prácticamente 24/7 y yo. Nunca he sido de pasar mucho tiempo en casa, de hecho me auto denomino ”pata caliente”, así que esto iba a representar un verdadero desafío, en especial porque sabía que salir a la calle era un riesgo enorme y sigue siendo así.

Después de estos 30 días, no voy a decir que todo ha sido maravilloso porque claramente estamos en medio de una pandemia mundial y como leí hace poco “No estamos en el mismo barco. Estamos en el mismo mar, unos en yate, otros lancha, otros en salvavidas y otros nadando con todas sus fuerzas”, creo que es la mejor analogía que he visto de esta situación. Y viéndolo así es más fácil entender que no todos tenemos las “facilidades o comodidades” que esta cuarentena nos está permitiendo. Realmente, no sabemos cuanto dure esto, pero lo que si quiero compartirles es las 10 cosas positivas o de las que me he dado cuenta este primer mes:


Descubrí que mi sofá es el mejor lugar para relajarme. ✓
Empecé a tener noches de lectura increíbles. ✓
Me he dado cuenta del cariño verdadero de algunas personas. ✓
He aprendido a separar mi vida laboral de la personal (hacerlo en un mismo espacio es trabajo complicado al principio). ✓
Me he consentido preparando platos nuevos. ✓
La meditación llegó para quedarse. ✓
He retomado proyectos personales. ✓
Mi mamá aprendió a enviar voices (esto es tremendo logro para ella y un gran regalo para mi) ✓
Llevo más de 3 series en un mes y como 7 pelis (Para alguien que no ama ver tv esto podría llamársele logro) ✓
Me estoy mentalizando que a partir de ahora el contacto será menos y debemos pensar en estrategias online para continuar con nuestra vida. ✓

¿Y tú, de qué cosas te has dado cuenta o has aprendido este tiempo?




Por Katherine Lemus
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