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Félix Allueva: “Hay que seguir adelante y generar alternativas de trabajo”


El presidente de la Fundación Nuevas Bandas en Venezuela asegura que más del 80% del sector musical ha desaparecido. Sin embargo, los creadores impulsan proyectos de grabación, conciertos virtuales y espectáculos híbridos para cuando la pandemia lo permita. Además, han elaborado un proyecto para ejecutar junto con municipios para reactivar la vida nocturna y los espectáculos en vivo. El festival bandera de la organización se mantiene en espera por los momentos

María Angelina Castillo



La música nos salva, siempre. Y más en tiempos de pandemia, de confinamiento, de soledad. En Venezuela, donde todo es cada día más difícil debido a la crisis que arrastra la nación desde hace más de 20 años, la música es la que nos ha pedido esta vez que la rescatemos. Félix Allueva, investigador musical y presidente de la Fundación Nuevas Bandas, habla sobre las iniciativas para reconstruir la industria a la vez que analiza el contexto de los festivales y creadores en la actualidad pandémica.

El productor independiente cuenta que desde inicios de siglo XXI hubo una especie de renacimiento de los festivales de música pop rock. Una tradición que traía el país desde 1967, cuando se realiza el primer festival pop, en pleno nacimiento de la psicodelia. Desde allí empezó la explosión de festivales que llegaron a reunir hasta 10.000 espectadores. Se mantiene esta dinámica en los años setenta y principios de ochenta, cuando hay un bajón por los conflictos económicos y la devaluación de la moneda. En la década siguiente toman mayor fuerza los festivales de corte internacional. Desde el 2000 suceden muchas cosas: en los primeros diez años del siglo se multiplican los festivales pop rock (podían realizarse unos diez al año) y las marcas estimulan eventos. Los productores independientes crecen. Pero a partir de 2013 comienzan a desaparecer sistemáticamente. Mientras que en la otra acera iban creciendo los festivales producidos por el Gobierno chavista y entes asociados, encabezados por el Suena Caracas y otros como el Gillman Fest y Otro beta.

Al llegar 2019 prácticamente los festivales independientes no existen. Desaparece la iniciativa privada. Situación que ha empeorado, evidentemente, con la pandemia. Muchos eventos pasaron al ámbito virtual, como el festival de música urbana que realizó la Fundación Nuevas Bandas el año pasado.


¿Cuál es el ambiente musical para comienzos de 2020?
Hacia el año 2019, pre pandemia, si había tres festivales de la iniciativa privada en el campo pop rock, exagero. Esta desaparición es terrible porque tiene un efecto en la llamada industria de la música en Venezuela, la cual está prácticamente destruida. Para los músicos baja el ritmo de trabajo, pero también para el entorno: el ingeniero de sonido, el ingeniero de luces, el encargado de la parte técnica, transporte, catering… y la lista es larguísima. Casi 80% de este entorno ha desaparecido y se ha ido del país. Es otra pandemia muy fuerte.


Una perspectiva desoladora para la industria…
Tomando en cuenta estas circunstancias que vivimos, si analizas los países serios han generado políticas de Estado hacia la crisis, hacia el sector cultura y al sector de la industria musical, tratando de estimular el trabajo ante la caída de todo, alternativas para que sobreviva: subsidios, apoyo, descuentos, eliminación de impuestos, estímulos financieros. Pero aquí, mientras el Estado venezolano no desarrolle esa política hacia nuestro país, y en particular la cultura, va a ser muy difícil salir adelante, porque al igual que la sociedad nuestros sectores están absolutamente quebrados. Tenemos excelentes músicos, que pueden dar la talla en cualquier parte del mundo, y están repartiendo comida en una moto, cuando en ellos hay años de inversión en estudio, ensayos, todo ese talento lo dejamos de lado porque la situación nos lleva. Posiblemente con una política de Estado el remontar la cuesta sería menos difícil.

Y en este contexto, ¿cuáles son las estrategias del sector, de productores independientes, empresas que aún sobreviven en el país?
Los productores independientes, entre los cuales me encuentro, debemos tomar la iniciativa. Entonces, tenemos varios planes en curso. En este momento, estamos grabando un proyecto de música electrónica venezolana con las nuevas tendencias, que saldrá en redes sociales. Para mayo y julio tenemos otros proyectos con los que apoyaremos a tribus urbanas: tendencias de la música jamaiquina como el reggae, ska; la música vinculada al metal extremo y otros géneros. Hacemos un proyecto donde a partir de mayo montaremos conciertos virtuales para que la gente los pueda disfrutar; y los músicos, y su entorno, tener trabajo. Es el plan en el que estamos. También teníamos otro proyecto, que tuvimos que parar por la nueva ola de casos de Covid-19 en el país, y es un modelo híbrido de conciertos que mezcle lo presencial y virtual, en espacios abiertos, con toda la infraestructura de bioseguridad y distanciamiento. Ya lo tenemos y en la medida que se pueda desarrollar y tengamos los permisos y condiciones, saldremos a la calle.

Es fundamental generar alianzas para ejecutar estos proyectos…
Casi no quedan productores en el país y los que están cuidan su inversión, y los entiendo perfectamente en estas condiciones en que vivimos. Desde la Fundación Nuevas Bandas, creo que hay que seguir adelante y generar alternativas de trabajo. Tenemos una propuesta para los municipios, por ejemplo, para activar la actividad nocturna, para músicos y equipo técnico. Es un proyecto que interconecta empresa privada, municipio, locales nocturnos, universidades y artistas. Lo entregamos en Chacao, pero perfectamente se puede realizar en otras zonas. Estamos a la orden para sentarnos a hablar con otros municipios. Tenemos propuestas para atacar la crisis, pero irán en consonancia con el momento y las medidas sanitarias que tome el Estado.

La edición 2020 del Festival Nuevas Bandas debió suspenderse, ¿qué ocurrirá este año?
El festival está también dentro de las perspectivas que te estoy planteando. Teníamos todo listo el año pasado: locación, concepto, grupos internacionales que vendrían de Inglaterra y Alemania, pero la pandemia no lo permitió. El Nuevas Bandas cumple 30 años, sería la edición número 30, y la tenemos todavía envuelta en una caja. Apenas digan que se puede hacer, la abrimos. Se replantearía todo, porque en un año cambia el perfil de agrupaciones; habría que hacer un nuevo llamado. Posiblemente, de las bandas que se inscribieron algunas ya no existan o haya otras nuevas.



A pesar de la fuerte migración de músicos, ¿todavía quedan artistas trabajando en el país? ¿Hay generaciones de relevo?
El año pasado se inscribieron 200 grupos para el Festival Nuevas Bandas. A pesar de la crisis, hay un universo interesante. Las agrupaciones consolidadas y estables ya no están en el país, pero eso no quiere decir que no haya más músicos trabajando.


Fotografías: Cortesía del Instagram del Festival Nuevas Bandas.

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