Llegó la noche, 15 de mayo para ser exactos. ¿La cita? En el Club Chocolate, ubicado en el pintoresco barrio Bella Vista de la ciudad de Santiago de Chile-.
Era la noche del cianuro, y la fila era bastante extensa “había harta gente”; como dicen los chilenos. Pero en sí, la mayoría eran venezolanos por tratarse de la legendaria banda de rock Caramelos de Cianuro, para aquellos que crecimos oyendo “Verónica, El martillo o Canción Suave”, ya sabemos que la fanaticada de este grupo es bastante fiel cuando de la banda se trata.
Al ingresar al Club, el olor a chocolate siempre está presente debido a que es algo muy característico de este lugar. La espera se hizo dulce, pero también amarga debido a que fue bastante larga.
El reloj marca las 22:40 y finalmente salen al escenario, con la actitud y el estilo que los caracteriza, este es su segundo concierto en Santiago de Chile, pero la energía y euforia se repitió como aquella primera vez.
“Y tengo el potencial Baby Cohete para ser tu jinete espacial y tú mi pájaro digital”, con esta canción de su disco Caramelos de Cianuro abrieron la noche y encendieron el cianuro, ese que tanto le gusta a los fanáticos de CDC. Fue una noche de recuerdos y canciones que a todos nos gustan, sé que muchos se trasladaron a recuerdos añorados de su tierra porque muchos crecimos con esta banda.
Las estrellas, Tú eres de esas, La casa, Infierno VIP, Jazz, El instante pasó, Las notas y Canción suave, fueron algunos de los temas que tocaron esa noche y donde más de uno transitó por la Carretera de recuerdos que solo Caramelos sabe conducirnos. Este tour se llama #Retrovisor y con toda razón tiene este nombre ya que este concierto fue el boleto perfecto de recuerdos.
Jamás olvidaré la primera vez que vi a Caramelos en un escenario, tenía 13 años y fue en el Aula Magna de la UCV (año 2002). Sencillamente desde ese momento, nunca los he dejado de ver y confieso que cada vez que lo hago, la magia vuelve ¡Gracias por tanto CDC!
Por @keylemus.
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