Todos al crecer nos hemos detenido a reflexionar sobre la premisa de seguir siendo niños durante el resto de nuestras vidas. Cuando por primera vez chocamos con nuestras responsabilidades, cuando miramos con nostalgia los placeres que se abandonan al hacerse más grandes, cuando nos cuesta aceptar los cambios o cuando no nos llega el valor para mirar a los ojos al futuro. Es humano y natural el deseo de jamás crecer, pero todos los seres humanos los abandonamos y nos resignamos a dejar que la naturaleza fluya,. ¿Todos? ¡Qué tonto soy! Por poco olvidaba que hay uno que no creció jamás, uno cuya historia nos contará el Grupo de Promoción Cultural Fábula en un formato musical.
Peter Pan empieza en la habitación de Wendy y Jhon Darlyng, dos niños amantes de las historias de Nunca Jamás, protagonizadas por el niño que se negó a crecer, Peter Pan. Cierta noche, Peter Pan penetra la habitación en busca de su sombra, y tras el contacto con Wendy los lleva a su hogar, iniciando una aventura en la que Campanita, los piratas, las sirenas, los niños perdidos y los indios darán vida a uno de los clásicos de la literatura inglesa.
El trabajo del Grupo Fábula es arduo. La escenografía es sencilla, pero inmensamente amena. Está compuesta por cuatro tablas bastante altas que funcionan como paredes, por un lado son las paredes de la habitación de los niños Darlyng, y por el otro son lo que se necesite que sean según la escena, todo gracias a un soporte audiovisual maravilloso, capaz de traer el agua en el que nadan las sirenas, la noche cubierta de estrellas o un trozo de la jungla donde viven los indios. La iluminación es bastante precisa según las escenas, a menudo cambia según las necesidades argumentales y los estados anímicos de los personajes, todo un trabajo de bastante calidad.

Los vestuarios resultan bastante convincentes, con la excepción de cierta incongruencia estética en la ropa casual de uno de los individuos que movía la escenografía. La dirección artística se convierte en parte de la historia, siendo capaz de mostrarnos a perversos bucaneros y a alegres niños que viven en la naturaleza.
El trabajo actoral es impecable. Las actuaciones que se presentan son cálidas, creíbles, llenas de vida y dinámicas. La mayoría de los actores interpreta más de un papel, con las excepciones de Wendy, John, Peter Pan, Campanita y Smith, todos los demás se ponen en los zapatos de 2 y 4 personajes.
La puesta también ofrece canto y su danza. Todas las canciones son escritas por el director del grupo, Julián Izquierdo Ayala, con total esplendor poético, aunque en cierto momento (la canción del capitán Garfio) es forzada. El trabajo vocal está plegado de talento, es fácil identificarse con las canciones y disfrutar el momento.
La mano de su exigente directora, la talentosa Victoria Salomón, ha sabido guiar a este grupo de jóvenes actores en una aventura que llegará al corazón de los asistentes. Entre el carnaval de risas y las escenas conmovedoras es posible ver a los niños emocionarse con el espectáculo. Se sale de la función teniendo la seguridad de que uno cree en la hadas.
Peter Pan se presenta en el Teatrex El Hatillo, los sábados y domingos a las 2:30 pm.
Por Diego Alejandro Torres
Lo digital es cultura. Todos tenemos un sello que mostrar.
@SelloCultural