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Reseña de El último profesor, de Godofredo Eromeún


Eromeún ha adoptado un estilo experimental en el que se pasea por la realidad de Honduras...  Es una novela muy latinoamericana que explora con crudeza, los conflictos y la compleja realidad del ser humano.


Por QuéLeer

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Leer El último profesor, de Godofredo Eromeún es una experiencia surrealista, que sumergirá al lector en una especie de mundo paralelo que lo llevará a los límites entre la fantasía y la realidad.

Desde el comienzo, el prólogo impacta, es la interacción entre un prologuista y un editor. Un intercambio signado por la muerte de uno de ellos. Luego, tres libros, el 1, el 2 y el 3. Sorprendentes, muy distintos entre sí, adictivos.

El libro comienza con una situación imaginaria, el diálogo entre un prologuista y el editor que se presenta en su caótico entorno. Conversan sobre una gran obra colectiva. El prologuista vive su propio infierno personal y al final, sucumbe.

«—Qué descaro. Escribiré sobre eso. Mi prólogo explicará cómo el editor falta a la ética profesional. Usted ya aclaró muchas cosas que irán muy bien en mi introducción. El libro es quizás la maravilla de todos los tiempos, pero los jefes del proyecto son malvados, inhumanos. Esa es la palabra: inhumanos». (pág. 40)

Predomina un verbo fuerte, sin adornos ni cortapisas. Es una novela muy latinoamericana que explora con crudeza, los conflictos y la compleja realidad del ser humano.

«Usted por ejemplo padece de cáncer, y su cerebro tampoco anda bien: su capacidad verbal ha disminuido, es por eso que abusa de los adverbios terminados en –mente, hasta olvida las tildes; se esfuerza, pero no es suficiente... » (pág. 33)

Critica, analiza, desgrana las emociones en medio de las alucinaciones colectivas que juegan con la mente.

El autor ha escrito bajo un seudónimo, sin embargo, al adentrarse en la lectura, deja pistas claras de su presencia escondida en personajes secundarios.

Eromeún ha adoptado un estilo experimental en el que se pasea por la realidad de Honduras. Uno de los recursos que emplea es colocar ilustraciones de periódicos y otros documentos o imágenes que le sirven de base para sus propias interpretaciones, dándole realidad a la irrealidad.

El Libro 1 trata sobre las memorias de Horacio Ernesto Flores, el protagonista principal. Un educador que cuenta cómo vivió su experiencia de estudiante en la universidad. Él sufría de narcolepsia.

«Allí, cuando lo necesitaron, mis padres se acordaron más de Dios. Temía irracionalmente que mis ataques se volvieran en un estado de coma permanente, ¿cómo podrían hacerme despertar? Mis temores eran simples tonterías, porque quedarse dormido abruptamente no es lo mismo que mantenerse en coma, le explicó un viejo amigo neurólogo a mi familia». (pág. 74)

Destaca su animadversión hacia el tema religioso. Hace énfasis en enfermedades y deformidades físicas. Es crítico y hasta despectivo con sus comentarios.

El uso de adjetivos está muy bien planteado porque hacen que el lector se sienta en la piel de Horacio con su visión demoledora de la realidad que lo rodea.

«Había edificaciones abandonadas a medio construir, lugar para defecar o de encuentros sexuales, se amontonaban condones sucios en las esquinas, hasta hubo un reportaje que leí por el periódico; tuve la idea enfermiza de investigar, pero la sensatez vino en mi auxilio, cómo la corrupción y mala gestión deja semejantes ruinas inútiles». (pág. 122)

El personaje practica la autocrítica en una narración en primera persona.

«¿Estaba preparado para iniciar la educación superior? Mi forma de escribir era horrible, mis hábitos de lectura producto solo de una predisposición natural, sin una exigencia externa, así que lo dudo, no me consideré lo suficientemente capacitado». (pág. 118)

Sorprende la aparición de un misterioso teratógeno que enferma a las personas, produciendo alucinaciones colectivas, actuaciones cuestionables, entre otros extraños episodios. Horacio se inclina por la magia acompañado de sus cuatro amigos. Ellos, experimentarán una visión clandestina de su nuevo aprendizaje.

El Libro 2 está conformado por anotaciones, situaciones insólitas, realidades crudas que golpean al lector. Surge una criatura omnisciente en la mente de Horacio. Otros personajes adquieren el protagonismo. Un hechizo imperfecto traerá consecuencias imprevistas y habrá que actuar para poner punto final al Mal que se ha esparcido.

Horacio estudia Educación y hace una crítica al sistema educativo y los docentes hondureños. Temas como la homofobia, la crueldad de los alumnos, los padres que no supervisan, la homosexualidad y el síndrome de Klinefelter, son abordados por el escritor.

«La literatura mediocre es una voz susurrante que expone el inútil estado del sistema educativo; fácil caer en la estafa con profesores que no leen y siguen responsablemente el programa de estudio». (pág. 1360)

La internet adquiere protagonismo, YouTube es la plataforma de la que se desprenden comentarios únicos que el autor utiliza para analizar la realidad.

Enigmas que exploran ambientes e influencers, aparecen nombres como DrossOMG, Sexy Luna, Chumel de la Torre quienes deben someterse a la crítica hater de internautas atormentados.

«Muchos se unieron para admirar al usuario, compartir gustos y opiniones sobre el mundo; llegó a obtener más de dos mil suscriptores, incluyendo algunos niños venidos del Facebook y miembros de la Legión Hulk, los cuales despreciaban a DrossOMG». (pág. 1388)

El Libro 3 es el final, la metamorfosis, donde la voz de Horacio interactúa con los demás narradores.

«Leía en madrugadas silenciosas; a veces medio dormido escuchaba ruidos electrónicos y zoológicos desde mi cuarto: había una alucinación colectiva que no terminaba de observar». (pág. 1990)

Eromeún crea una fusión entre la magia y la tecnología. Se pasea por la política, la religión, la sexualidad y se convierte en un crítico del sistema educativo, replanteándose la realidad, esperando que surja la enseñanza correcta para el mejor acceso a la información.

Hay un trasfondo de reproche a las redes sociales. Se abordan los conflictos generados por los usuarios tras el conjuro que Horacio ha iniciado para enfrentar al Mal.

Honduras se convierte en un protagonista más de El último profesor, Horacio se pasea por lugares emblemáticos, construyendo una visión muy personal y existencialista que no está exenta de crítica.

«Y siguieron las preguntas: ¿por qué hay tantas deformidades congénitas entre los hondureños? ¿Habrá la remota posibilidad de que sea un asunto de magia negra? Lo más inquietante fue que muchos enfermos eran docentes, y otros que no estudiaron pedagogía ambicionaban o soñaban ser catedráticos en las universidades. ¿Será que la vocación del educador se acompaña de una maldición?; y si es un conjuro maligno, cuáles serán las palabras para maldecir». (pág. 1836)

El autor recorre Honduras e incita al lector desde la imaginación a conocer lugares emblemáticos, que están asociados a vivencias, haciéndolos vivir una experiencia visual.

«Pulmones boscosos como El Picacho, con su Cristo que lo ve todo, la estatua de quince metros que nos quiere abrazar, camina y salta cerros solo para los observadores en la lejanía». (pág. 395)

Abundan los paseos por la naturaleza, el placer de sentirla y recorrerla.

«Recordó la primera vez que fue a Plantas Tropicales del Boulevard Suyapa, compró orquídeas y una rosa del desierto. Podía percibir el espíritu de las plantas, cuando tenían dueños negligentes o abuelas que les hablan a las flores. ¡Qué hermoso lo que se siente en un lugar como La Tigra! ». (pág. 1191)

Pero también está presente la dura crítica sobre las decisiones que intervienen paisajes.

«El Cerro Juana Laínez, la isla boscosa en medio de la ciudad, que mutilaron por construir un feo edificio; allí está coronada la montaña con el circular monumento de La Paz, el cual sostiene nuestro pabellón Nacional». (pág. 395)

Abunda la desinformación en la irrealidad. Narración en extractos al estilo de Julio Cortázar en Rayuela.

El personaje tiene una relación espontánea con la literatura. A lo largo de la historia, menciona a varios escritores que lo han marcado.

«Decidí estudiar literatura, siempre me gustó leer. En secundaria leí varias novelas —además de los filósofos ya mencionados— de Agatha Christie, Gabriel García Márquez y Stephen King. Más de una vez descubrí que era incapaz para ciertos libros, algunos los consideré malos siendo obras maestras, y que redescubrí en mis años de universidad. (¿Necesitará de literatos este mundo que ahora me pide mis memorias solo por curiosidad? Me siento como un escritor obligado, que no creo pueda satisfacer a los lectores. ¿¿Qué quieren saber??) » (pág. 134)

El lector podrá apreciar cómo el texto se ve sometido a correcciones realizadas por un equipo editorial con atribuciones para tachar o rescatar líneas como si de un borrador se tratara. Sin embargo, la experiencia lectora es completa porque se puede leer lo que ha sido eliminado.

Como escribe en primera persona, en ocasiones se dirige al lector para evidenciar sus fallas.

Son muchas historias en una. Hechos ocurridos en Honduras que lo marcaron. Un punto de vista personal crudo y escatológico de los hechos. Hasta cuenta la historia de Jesucristo, desde su visión antropocéntrica, blasfemando sobre la Biblia.

Godofredo Eromeún en El último profesor, nos enseña a desconfiar del sistema, de los pensamientos e ideas que nos han sido enseñados a lo largo de los años.

El último profesor

Editorial: autopublicado

Colección: historia alternativa, ficción en español



¿Te animarías a conocer la historia de El último profesor?
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