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El Teatro Teresa Carreño y sus 40 datos


El complejo cultural más importante de Venezuela cumple este año cuatro décadas de funcionamiento. Además de sus dos salas principales –la Ríos Reyna y la José Félix Ribas–, cuenta con talleres y depósitos para vestuario, escenografía y utilería; terrazas y plazas donde se realizan conciertos, exposiciones, obras de teatro y danza. En sus escenarios han actuado destacados músicos internacionales y han agitado sus consignas gobernantes locales. Ha sido intervenido, restaurado y reinaugurado. Nadie es indiferente a este maravilloso espacio donde ocurre la creación. A continuación, 40 curiosidades que son más bien un recorrido por su historia.


Por María Angelina Castillo
Twitter: @macborgo


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El teatro lleva el nombre de la pianista, cantante de ópera y compositora venezolana Teresa Carreño, que nació en Caracas en 1853. Forjó una brillante carrera dentro y fuera del país, siendo catalogada como la principal pianista de Latinoamérica entre los siglos XIX y XX. Se presentó en escenarios de Europa y Estados Unidos. Hizo su debut como solista a los 9 años, cuando fue invitada a tocar para el entonces presidente de Estados Unidos, Abraham Lincoln. Tuvo contacto con maestros de la talla de Franz Liszt y Gustav Mahler.


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Los inicios del Teatro Teresa Carreño se remontan a la década de los 70. Presenta la idea el violinista y presidente de la Orquesta Sinfónica Venezuela, Antonio Ríos Reyna. Su intención era que Caracas contara con una sala de conciertos cuyas posibilidades técnicas superaran las del Teatro Municipal (inaugurado en 1881) y del Teatro Nacional (que data de 1905), que además sirviera de sede para la orquesta. El Centro Simón Bolívar amplió el proyecto: sería un complejo cultural de usos múltiples.


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El Queen Elizabeth Hall de Londres y la sede de la Filarmónica de Berlín sirvieron de inspiración para los arquitectos encargados de diseñar el nuevo espacio artístico: Tomás Lugo Marcano, Jesús Sandoval y Dietrich Kunckel. El lugar escogido para levantar la infraestructura fue el circuito cultural de Bellas Artes, al final del Paseo Colón.


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La construcción del complejo cultural comenzó en 1973, durante el primer mandato de Rafael Caldera, y finalizó una década más tarde, en el gobierno de Luis Herrera Campins. Costó 540 millones de bolívares de la época, lo que representó unos 125,6 millones de dólares.


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La construcción del complejo cultural, por ajuste inflacionario, hubiera requerido en la actualidad una inversión de 18 176 millones de bolívares o 528,6 millones de dólares (a tasa oficial de julio del Banco Central de Venezuela).


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El teatro fue inaugurado en dos fases: primero la Sala José Félix Ribas, en febrero de 1976, y luego la Sala Ríos Reyna junto con el resto del complejo el 19 de abril de 1983. Pero al año siguiente, y para culminar la dotación de equipos técnicos a los espacios, cerró sus puertas. Volvió a funcionar ocho meses después.


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Con una infraestructura de más de 80.000 m², el Teatro Teresa Carreño está ubicado sobre un terreno de 22.586 m². La propuesta visual integra el edificio con la naturaleza y el arte, a través de sus jardines, sus columnas y techos hexagonales superpuestos entre sí.


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Además de las dos salas principales, el complejo cuenta con terrazas, salas más pequeñas para recitales y conferencias. En su entrada se encuentra la Plaza Vicente Emilio Sojo, bautizada en homenaje al compositor venezolano, quien fue también fundador del Orfeón Lamas y de la Orquesta Sinfónica Venezuela.


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En el complejo hay varias obras de reconocidos artistas como Colette Dellozane, Jorge Pizani y Harry Abend. Pero es el cinetismo de Jesús Soto el que destaca, a partir de piezas como Cubos virtuales blancos sobre proyección amarilla, Cubos vibrantes sobre progresión blanca y negra, las Pirámides vibrantes en el techo de la Sala José Félix Ribas y las nubes blancas que se elevan en la Sala Ríos Reyna.


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La Sala Ríos Reyna mide 45 metros de largo por 40 metros de ancho. Sus butacas están distribuidas en 24 zonas numeradas, entre patio y balcón, con una capacidad para 2.367 asistentes.


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La Sala Ríos Reyna posee un foso de orquesta muy versátil: no solo alberga a los músicos durante un espectáculo. Además, puede convertirse en una extensión del escenario cuando su plataforma sube al nivel del proscenio o como extensión de sala cuando se abre su sistema de 156 butacas guardadas bajo el nivel de patio.


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El escenario de la Sala Ríos Reyna cuenta con 900 m² para su uso. Incluye mecanismos hidráulicos y cuatro plataformas móviles intercambiables. La más conocida por el público es la giratoria, que le permite adaptarse a los requerimientos e historias de los espectáculos de danza, teatro y música. Muy utilizada, por ejemplo, en obras como el musical Los miserables o la más reciente versión de Hamlet.


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El músico y padre de la idea, Antonio Ríos Reyna, no pudo ver materializado su proyecto cultural, pues murió en un accidente en Nueva York dos años antes de la inauguración del complejo.


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La Sala José Félix Ribas lleva su nombre en honor al prócer de la Batalla de La Victoria, en la Guerra de Independencia de Venezuela. Para su inauguración, la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Juan José Landaeta ofreció un concierto que, además, coincidió con su primer año de actividad. Esta orquesta es el génesis de lo que luego se transformaría en El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, creado por el maestro José Antonio Abreu.


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Por su diseño y tamaño, que generan una sensación de mayor intimidad, la José Félix Ribas fue pensaba como sala de conciertos sinfónicos y de cámara. Su forma emula la de los teatros griegos semicirculares, con un escenario de 261 m² y capacidad para recibir 347 espectadores.


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Actualmente en el Teatro Teresa Carreño hacen vida el Coro de Ópera Teresa Carreño, el Ballet Teresa Carreño, Teresa Danza Contemporánea, Teresa Danza Klle (de género urbano) y Ubuntu Teresa Carreño (que agrupa bailarines con habilidades mixtas).


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El Ballet Teresa Carreño, su compañía de danza profesional más antigua, tuvo director artístico hasta el año 2022: el coreógrafo, bailarín y docente Vicente Nebrada. Tras su muerte y hasta la fecha, la agrupación es dirigida por un cuerpo colegiado de maestros coreógrafos y repertoristas, bajo la figura de un coordinador, que actualmente es el crítico de danza Carlos Paolillo.



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Durante el siglo XX, en la Sala Ríos Reyna se presentaron artistas de la talla de Luciano Pavarroti, Plácido Domingo, Monserrat Caballé; además de Juan Luis Guerra, Miguel Bosé, Chico Buarque, Isabel Pantoja, Rocío Durcal, Armando Manzanero y Celia Cruz. El mimo Marcel Marceu y el bailarín argentino Julio Bocca.


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También han actuado artistas venezolanos como Franco de Vita, Ricardo Montaner, José Luís Rodríguez, Soledad Bravo, Simón Díaz, Serenata Guayanesa, Aquiles Báez, Aldemaro Romero y Alfredo Sadel.

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Pero la Ríos Reyna también ha servido de escenarios para otros propósitos: la primera visita a Venezuela del Papa Juan Pablo II en febrero de 1985. Fue sede del Parlamento Nacional en 1989 para la toma de posesión del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, conocida como “La Coronación”. Albergó a los Jefes de Estado de la OPEP en el año 2000, además de otros usos político-partidistas. Y ha sido tarima de espectáculos como el certamen Miss Venezuela en los 1993 y 1994.


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El estilo arquitectónico del complejo cultural es brutalista, una corriente que surgió a mediados del siglo pasado en el Reino Unido, en el proceso de posguerra. Las construcciones brutalistas se caracterizan por ser minimalistas, los materiales y elementos estructurales destacan sobre lo decorativo. Es de formas geométricas angulares y lleva una paleta de colores que tiende a ser monocromática.


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El 20 de diciembre de 2013, Nicolás Maduro, en decreto N° 702 publicado en la Gaceta Oficial N° 408.174, interviene la Fundación Teresa Carreño, que rige el complejo. El segundo considerando del texto indica: “Que las actividades artísticas y culturales que le corresponde desarrollar a esta Fundación, como política que desarrolla el Estado Revolucionario, se han visto afectadas ante la ocurrencia de hechos y demás acontecimientos que han incidido en el cumplimiento de las metas y actividades programadas”.


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El decreto N° 702 establece una Junta Interventora, integrada por un presidente y cuatro miembros principales con sus respectivos suplentes. Entre sus funciones está investigar el patrimonio de la Fundación, realizar auditorías y paralizar total o parcialmente las actividades operativas del teatro si lo considera. Así como elaborar un plan de acción para su reestructuración y rehabilitación integral.


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Al momento de su intervención, la Fundación Teresa Carreño estaba presidida por Saulibeth Rivas, quien apenas llevaba un año en el cargo. Abogada de profesión, se había desempeñado como viceministra de Cultura para el Desarrollo Humano y presidenta de la Misión Cultura. Actualmente se promociona como mentora del bienestar y psicoterapia Gestalt. “Te acompaño mujer emprendedora a potenciarte con tu poder femenino”, indica en su perfil de Instagram.


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El entonces director del canal del Estado Venezolana de Televisión (VTV), Gustavo Arreaza, fue designado presidente de la Junta Interventora. Los miembros principales fueron la diputada Gladys Requena, la viceministra de Gestión Comunicacional, Lídice Altuve Moreno; y el director del Instituto de las Artes Escénicas y Musicales, Néstor Viloria, quien formaba parte del consejo directivo de la Fundación antes de la intervención.


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Uno de los trabajadores que salió de su cargo al momento de la intervención fue el director y coreógrafo Miguel Issa. Entonces se desempeñaba como coordinador general estratégico. Volvió al organigrama del teatro en 2023 como director escénico de la compañía Ópera Teresa Carreño.


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En marzo de 2015, por medio del decreto N° 1.684 publicado en Gaceta Oficial N° 419.584, se ordena la reestructuración y reorganización administrativa y funcional de la Fundación Teatro Teresa Carreño.


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El proceso de reestructuración de la Fundación estuvo a cargo de una Junta Reestructuradora, que sustituyó en sus funciones a la Junta Interventora. Pero mantuvo en el cargo a su presidente, Gustavo Arreaza, y a sus tres miembros principales: Néstor Viloria, Gladys Requena y Lídice Altuve Moreno. Agregó a Tamara Valentina Díaz.


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El decreto presidencial N° 1.684 también nombró como miembros suplentes de la Junta Reestructuradora, entre otros, a Alfredo Caldera, entonces presidente de la Compañía Nacional de Teatro (2012-2017). E incluyó a Irvin Peña, quien se mantuvo en la institución hasta alcanzar el cargo de director ejecutivo del Teatro Teresa Carreño, que ejerce hasta la actualidad.


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Los encargados de la ejecución del decreto en 2015 fueron el Vicepresidente Ejecutivo de la República, Jorge Arreaza, hermano de Gustavo Arreaza; y los ministros del Poder Popular para la Cultura y de Planificación, Reinaldo Antonio Iturriza y Ricardo José Menéndez, respectivamente.


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Desde el año de la intervención por decreto presidencial, en 2012, Gustavo Arreaza se mantiene en la presidencia de la Fundación Teresa Carreño.


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El último presidente de la Fundación Teresa Carreño antes de la llegada de Hugo Chávez al poder fue el crítico de teatro Leonardo Azparren Giménez. En el siglo XXI estuvieron al frente políticos como Francisco Sesto (2010), quien fuera ministro de Cultura; y Alice Dotta (2010-2012), que se desempeñó también como presidenta de la Compañía Nacional de Danza.


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En marzo de 2021, mediante decreto N° 4.572, la Fundación Teresa Carreño deja de estar adscrita al Ministerio de Cultura para pasar al Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno, que preside el militar Jorge Márquez. Antes de esto, la única institución cultural que dependía de esta cartera era el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela.


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En 2020 el Teatro Teresa Carreño cierra sus puertas. Además de la pandemia, atravesaba un estado crítico de deterioro en su infraestructura y servicios. Desde el año anterior se había quedado sin aire acondicionado en las salas. Según su director ejecutivo, Irvin Peña, el servicio dependía del complejo urbanístico vecino: Parque Central.


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El proceso de restauración del Teatro Teresa Carreño que arrancó en mayo de 2020 comenzó con la independencia del sistema de aire acondicionado de Parque Central. La prioridad fue la Sala Ríos Reyna. En 2021 seguiría la Sala José Félix Ribas.


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Entre 2020 y 2021: las paredes y baños principales del teatro fueron remodelados, a la Sala José Félix Ribas le instalaron nuevas alfombras y las butacas fueron restauradas. Se cambió el sistema de iluminación original incandescente a uno LED.


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La reinauguración formal de la Sala Ríos Reyna fue en diciembre de 2021 con la temporada N° 26 del ballet El Cascanueces. Fueron doce funciones y más de 100 artistas en escena. Estuvo a cargo del Ballet Teresa Carreño y la Orquesta Sinfónica de Venezuela, dirigida por Alfonso López Chollet, junto con dos maestros invitados Alfredo Rugeles y Elisa Vegas. Las entradas costaron entre USD 6 y USD 33.


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La Gala de reapertura fue la encargada de dar nueva vida a la Sala José Félix Ribas. Estuvo dirigida por Miguel Issa e incluyó presentaciones de seis agrupaciones estables del teatro. La reactivación al público fue paulatina: la primera función de la gala fue para trabajadores del SENIAT; las dos siguientes, para trabajadores del teatro y miembros de las compañías. Y luego a los espectadores regulares.


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En la reapertura, el aforo estuvo limitado al 40%, por medidas de bioseguridad a causa de la pandemia de Covid-19. Según reportó el diario El Nacional, para marcar los asientos no disponibles, la directiva del teatro dispuso figuras de cartón de personajes de la historia venezolana como Simón Bolívar.


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Del primero al último. El primer gerente que tuvo, hace 40 años, el Teatro Teresa Carreño fue Elías Pérez Borjas, gerente y promotor cultural, escritor y productor de teatro. Cofundador de El Nuevo Grupo, compañía de referencia en la escena venezolana. Además, fue fundador Escuela Nacional de Danza del Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes (INCIBA) y estuvo al frente de la Compañía Nacional de Teatro. El director ejecutivo actual en el cargo es Irvin Peña, que se desempeñó en 2013 como asistente de la presidencia en el canal oficial Venezolana de Televisión. Clarinetista formado en El Sistema y graduado en Educación Musical por el Instituto Pedagógico de Caracas (2011), fue asesor del Ministerio de Asuntos Penitenciarios en el programa para la creación de orquestas penitenciarias en alianza con El Sistema. Según la web del ministerio, en octubre pasado comenzó el período académico 2022-2023 de dicho proyecto para impartir clases de cuatro en Mérida y San Cristóbal.
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