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Fundación La Poeteca, ese espacio de poesía que nos rescata


El sueño original fue abrir una biblioteca orientada a la poesía, pero la fuerza que tomó el proyecto desbordó todo pronóstico y con apenas tres años de funcionamiento es referencia en Venezuela gracias a sus talleres, charlas, diplomados, una editorial y un concurso nacional para poetas jóvenes. El trabajo sigue y aún hay planes de por ejecutar

Por María Angelina Castillo Borgo



La poesía es la memoria de los pueblos, dice Ricardo Ramírez Requena desde el otro lado del teléfono. Y está –la poesía– para darnos las palabras con las que expresar desde otros lugares pensamientos y emociones. “La poesía puede brindar sosiego, calma; puede alebrestarte, puede producirte angustia. Existe desde que el hombre existe. Está vinculada con el mito, con lo religioso, con lo mágico, con la ciencia. La poesía es el misterio y es una con el misterio. La poesía está para acompañar nuestros pasos en la Tierra y, al forzar los límites del lenguaje, nos enseña a ver que hay algo más allá dentro de las mismas palabras”. Es por esta, y muchas otras razones, que él y un equipo de amantes y representantes de la poesía le apuestan todo. “En ella nos apoyamos”, remata.

Ramírez Requena y Marlo Ovalles (del @teampoetero en Twitter) son los creadores de la Fundación La Poeteca, un espacio que comenzó como una biblioteca privada con acceso al público orientada al resguardo y difusión de poesía, aunque también se manejó la idea de librería. Pero que con apenas tres años de existencia se ha convertido en mucho más.

La Fundación La Poeteca abrió sus puertas en Caracas en mayo de 2018. En un comienzo, se ubicó en el sótano de la Torre 1 de Las Mercedes, ahora, funciona en los espacios de Mene Grande 2, en Los Palos Grandes, que pertenece a Econoinvest, grupo que lleva la Fundación para la Cultura Urbana. Comenzaron dictando talleres con poetas como Luis Miguel Izava, Armando Rojas Guardia, Miguel Marcotrigiano, Gabriela Rosas, Rafael Arráiz Lucca, Cecilia Ortiz. Actualmente, no solo continúan con los talleres, sino también organizan el Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas (en alianza con Banesco) ofrecen el Diplomado en Estudios Poéticos, editan libros, desarrollan audiolibros y ofrecen variadas actividades con apoyo de embajadas como la de Polonia, Francia, México y el Instituto Goethe.

Hay libros de poesía que no son fáciles de encontrar en Venezuela, sobre todo como está la distribución de libros en el país, los pocos que llegan son muy caros. Entonces el público, los jóvenes, los investigadores no tienen cómo consultarlos. Cuando abrió La Poeteca contaba con los libros que teníamos nosotros, más unos 1.600 libros que venían de la biblioteca del poeta Alfredo Chacón. Ya hoy en día son muchos más a disposición de la gente en nuestra sala de lectura”, señala Marlo Ovalles.

Añade Ramírez Requena: “Sentíamos que el país, y el sector cultural vinculado especialmente con la literatura, demandaba más. Esto ha significado crecer y en un período tan convulsionado dentro el país poderlo hacer ha sido todo un reto”.

Un crecimiento que le ha dejado muchas satisfacciones a Ovalles: “En un inicio yo pensaba que iría una persona ocasionalmente o una vez por semana. Y no. Desde el primer día empezaron a ir dos o tres personas al día, de repente cinco o seis personas. Había días en que no teníamos donde sentarlos. Me sorprendió mucho eso”.

Las dificultades
Tanto Ramírez Requena como Ovalles coinciden en que lo más complicado del trayecto ha sido el aspecto económico, la supervivencia en un país como Venezuela y, desde hace más de  un año, en un contexto pandémico. Sin embargo, nada aminora sus ganas de seguir.  

“Hemos logrado hacerlo, con mucho esfuerzo y mucha dedicación por parte de todos los que integran la Fundación. Hay mucho de amor al arte. Y tú ves cómo cada una de las personas que ahí trabaja se siente orgullosa. Mi meta es poder ofrecerles la remuneración justa, la que cada quien se merece como todos en Venezuela. Quisiéramos hacer mucho más pero nos tenemos que apegar a un presupuesto. Sin embargo, con eso se ha logrado todo lo que visiblemente se puede percibir”, señala Ovalles, quien preside la Fundación.

El resto del equipo lo integran Ramírez Requena, en la dirección, Jacqueline Goldberg en la coordinación editorial; Arturo Gutiérrez Plaza en la académica. Cuentan con un consejo consultivo en el que, además de Goldberg y Gutiérrez Plaza, están Rafael Castillo Zapata, Gabriela Kizer, Yolanda Pantin, Alfredo Chacón y Santos López.

El grupo de la sala de lectura lo encabeza Leonardo Laverde. En administración está Roraima Mistage, en redes cuentan con Lennis Rojas. Mario Jiménez es el asistente de dirección, quien lleva la página web, el boletín, subalquiler de salones y el club de lectura. Jesús Santana labora en el área de biblioteca y Carolyn Manrique se desempeña en el área de comunicación.

La sala de lectura y su oferta
Leonardo Laverde, licenciado en Letras, se había ido del país a buscar mejores oportunidades. En el año 2019 decidió volver a modo de paréntesis. Entonces, una amiga le comentó que La Poeteca buscaba personal para su sala de lectura. No conocía el proyecto, pero sí a Ricardo Ramírez Requena y eso fue referencia suficiente para decir que sí.

“Nos vimos rodeados de un público que había estado teniendo durante mucho tiempo una necesidad y ahora encontraba el espacio perfecto para satisfacerla. Necesidad de un lugar donde escapar de la locura de la ciudad y refugiarse. Yo también descubrí que en Venezuela todavía había espacio para crear y construir cosas nuevas y buenas”, cuenta.

Ha sido un trabajo satisfactorio, aunque también ha implicado sus retos: “Tuve que aprender a desarrollar estrategias para manejar la colección y poder satisfacer las necesidades de los usuarios. Aprender también a adivinar cuáles son sus necesidades, cómo hacerlos sentir cómodos y, con los recursos de los que dispongo, cómo enriquecer su día. Personalmente, los momentos más satisfactorios son cuando un usuario encuentra exactamente lo que está buscando. Cuando descubre lo que no sabía que estaba buscando y cuando encuentra que lo que estaba buscando también está dentro de sí”.

Para la lectura gratuita, la Fundación cuenta con un catálogo de más de 10.000 títulos, del cual 70% se encuentra registrado en la Linkoteca en su página web. La gran mayoría de los libros les llega a través de donaciones, de las bibliotecas de poetas y de público en general; además cada cierto tiempo adquieren títulos que se publiquen en España y que por lo general no llegan a las librerías venezolanas o son muy costosos.

Como parte de sus objetivos, crearon una editorial que mantienen gracias al presupuesto anual de la Fundación y con la que han presentado más de una docena de libros. Estos los ofrecen también en versión digital, con la opción de su compra por Amazon; y es posible descargarlos de su portal

“El segundo trimestre de 2020 fue un boom. Tuvimos centenares de descargas de nuestros libros. También los libros del Concurso Nacional de Poesía Joven están en nuestra página web, en la biblioteca digital Banesco, y también tiene su versión impresa. Desde el próximo año, vamos a tratar de que cada libro pueda tener financiamiento para que pueda salir impreso”, indica Ramírez Requena.



Proyectos futuros: las ideas que vendrán
“Tenemos algunos planes y otros que están por contar”, adelanta Marlo Ovalles. Y añade: “Le tengo miedo a Ricardo cuando viene con sus sueños y creo que viceversa (risas). Cada vez que vengo con mis ideas, él debe apretar las manos a la silla y respirar profundo, porque sabemos que si tenemos un sueño entre ceja y ceja vamos a intentar cumplirlo”.

Mantenerse abiertos al público, continuar con la línea editorial y consolidar los diplomados son los objetivos que encabezan el plan en un futuro próximo. Sin embargo, hay proyectos aún más ambiciosos en los que están trabajando: abrir una pequeña librería para finales del año y lograr la internacionalización de la Fundación, mirando, por los momentos, hacia Estados Unidos y España.

“Y dirás, ¿por qué no la nacionalización, por qué no ir a otras ciudades del país? Ese proyecto lo hemos hablado varias veces y en lo que se den las oportunidades seguramente se harán. El detalle es que, para ejecutar incluso ese plan dentro del país, tenemos que lograr el de afuera. Tenemos también mucho apoyo de distintas editoriales, universidades e instituciones fuera del país que están revisando el proyecto muy de cerca, que nos colaboran de una u otra forma, que son gente con la que podemos hacer cosas interesantes. Ya existe la Fundación La Poeteca en Estados Unidos; ahí tenemos conversaciones con distintas fundaciones para proyectos editoriales de traducción y así ofrecer libros bilingües de poesía venezolana. Traducir la poesía para que llegue a todo el mundo es vital. Si nosotros queremos que algún autor nuestro se gane el Nobel de Literatura primero tenemos que hacer que lo lean en otros idiomas. Ahí hay un trabajo gigantesco por hacer”, indica el presidente de la Fundación.

Un país rescatado por poetas 
En una nación con una buena cantera de poetas jóvenes creando, además de los nombres consolidados y laureados internacionalmente que poseen obra duradera y consolidada, considera Ramírez Requena que la poesía goza de buena salud en el país, en términos de calidad, y que continuará escribiéndose, publicándose y leyéndose. “Si tenemos una pintura o tradición musical, escultórica y poética de altura, es natural que volvamos a ella o vayamos hacia allá”, dice.

Coincide en ello Marlo Ovalles y finaliza: “Si tuviese que escoger una cualidad de la poesía sería perseverancia. Y si hablamos de nuestros tiempos, no importa qué esté ocurriendo a tu alrededor, no importa qué condiciones económicas existan, si un país está en paz o en guerra, si está en problemas económicos o no, la poesía está ahí y de repente tú te fijas en ella y te rescata”.



Algunas cifras
Más de 1.000 lectores
han pasado por la Fundación La Poeteca desde mayo de 2018.
Cerca de 100 actividades, entre talleres, charlas y presentaciones de libros, han realizado desde que el espacio abrió sus puertas. 200 descargas fue el promedio por libro en el portal en el último año. El texto que más descargas ha tenido ha superado las 1.000.





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