Reseña de Esta semana me llamo Cleopatra, de Luisa María Linares
En la trama se aborda la independencia de la mujer para lograr sus metas y también la crítica subyacente al yugo masculino en medio de las presiones sociales para conseguir un marido adecuado.
Por QuéLeer
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Esta semana me llamo Cleopatra, de la escritora española Luisa María Linares (1915-1986), es una comedia romántica fresca, divertida y con un profundo mensaje feminista. Fue escrita en 1949 y traducida a varios idiomas obteniendo un gran éxito mundial. En el 2021 es reeditada en francés y en español por La Cuadra Éditions.
En la trama se aborda la independencia de la mujer para lograr sus metas y también la crítica subyacente al yugo masculino en medio de las presiones sociales para conseguir un marido adecuado.
La protagonista, Anita Ocampo de Alvear, es una joven huérfana de 23 años que vive en la turística ciudad española de Villamar. Al morir su abuela, queda en la ruina y con un presupuesto de apenas mil pesetas. Decide entonces aceptar la ayuda de la estrafalaria doña Tula quien le hace una irresistible propuesta:
“Tengo un negocio en el que puedes colaborar y que te gustará… Es algo precioso y te espero impaciente. Tu buena amiga, Tula.” (pág. 18).
Todo cambiará para Anita al llegar a Madrid, llena de ilusiones y de fantasiosas expectativas sobre la nueva vida que le espera. La realidad es muy diferente y el oficio de su mentora es ser vidente, algo que ella no se imaginaba.
La autora, usando el sentido del humor en sus distintos personajes, crea una deliciosa historia en la que emplea de una forma precisa adjetivos para lograr atmósferas que dan colorido a la trama y siempre encantan al lector.
La joven provinciana queda fascinada con la ciudad de Madrid. Anita es vivaz, imaginativa y sabe salir de las situaciones incómodas con su ágil verbo. A pesar de ser un tanto depresiva, siempre encuentra una solución ante las dificultades. Ante todo, es una joven agraciada y coqueta. Al menos esa es la fama que se ha creado.
En el contexto patriarcal de la época, las mujeres debían dedicarse exclusivamente al cuidado del “maridito”, concepto que Anita no podía aceptar. Sin embargo, aunque se consideraba feminista, sus pensamientos se alineaban con los ideales de las chicas de su edad:
“Vestidos bonitos, ademanes lánguidos y de repente un cliente millonario que gritase: ¡Esa es la mujer de mis sueños! He de hacerla mi esposa.” (pág. 42).
Sobre todo, era la monotonía que Anita odiaba en una relación:
“Yo era sentimental y romántica y no me daba vergüenza confesarlo. Deseaba enamorarme apasionadamente, pero iba perdiendo las esperanzas de encontrar un hombre que no fuese estúpido.” (pág. 56).
Su espíritu romanesco sentía con impotencia el infortunio en que vivía:
“Abrí los ojos volviendo a la realidad. Una realidad que me ponía en la triste situación de chica sin dinero y sin empleo, perdida en aquella gran ciudad desconocida.” (pág. 65).
“Desde que muriera la abuela, había luchado oscilando entre la Q.R. y la Q.A. (Quiebra Relativa y Quiebra Absoluta).” (pág. 91).
Tras un malentendido, su destino da un giro inesperado y Anita tendrá que experimentar encuentros y situaciones que la llevarán a reaccionar de forma creativa, iracunda o simplemente crítica. La joven es un manojo de emociones.
En su mente, escucha a los ancianos de su familia que le cantan para advertirle:
“Cuidado, Anita, no seas revoltosa.
Cuidado, Anita, la vida es peligrosa…” (pág. 39).
Anita se verá envuelta en una terrible confusión entre dos hermanos: uno la cree adivina y el otro la confunde con una rubia de mala reputación. Ante el maltrato recibido y como represalia, Anita les seguirá el juego sin aclarar que ella no tiene nada que ver con esas dos personas.
“Te han colmado de insultos injustificados, te han zarandeado moral y materialmente… Aprovéchate del equívoco y toma venganza. Cada uno de ellos se empeña en que eres una chica que no eres.” (pág. 85).
Es gracioso cómo Anita compara a ambos hermanos con animales. A Armando con un cachorrillo y a Jaime con un tigre con ojos de halcón.
La escritora maneja muy bien los diálogos, a los que imprime frescura y agilidad.
“A veces pienso con tanta intensidad, que mis pensamientos toman cuerpo y hablan por cuenta propia.” (pág. 151).
La protagonista aprovecha las oportunidades que se le presentan, es impulsiva, no mide las consecuencias de sus actos. Aceptará una propuesta basada en una premisa falsa. Sin embargo, ella seguirá adelante, sin dar vuelta atrás.
Anita vivirá su gran aventura bohemia en una compañía de teatro probando su suerte como actriz tras recibir una generosa propuesta de Jaime, el conocido actor y director.
El mundillo del teatro se convierte en su reto personal. Conocerá a personajes variopintos.
Jaime está convencido de que debe esconder a Anita de su hermano Armando para evitar el contacto entre ambos. La lleva a la “Guarida del solterón”. Terrible nombre para una casa, piensa la protagonista.
Discusiones con Jaime la hacen sentirse deprimida y desolada en esa casa. En el momento en que decide escapar, dos hombres especiales llegan devolviéndole la alegría.
Jaime Oliver causa un extraño efecto en la joven y ella en él:
“Mi corazón perdió su ritmo normal. Sentí un inexplicable deseo de huir para que no me viera, y a la vez deseé como nunca que se fijase en mí.” (pág. 221).
Las máscaras caerán por un momento y el frío, calculador y cínico actor teatral Jaime Oliver, caerá en el encanto de Anita, quien dejará de estar a la defensiva para sucumbir ante su primer beso.
La novela aborda los prejuicios contra las mujeres de una manera jocosa en medio de la seriedad del tema.
Situaciones imprevistas, líos divertidos, apariencias que enmascaran verdades, una protagonista que oculta su nombre y sus sentimientos para identificarse con la mítica Cleopatra. Y, sobre todo, el triunfo del amor. Así es la grata novela de Luisa María Linares, quien ha trascendido a través de los años y con Esta semana me llamo Cleopatra, despertará las sonrisas de quienes se acerquen a sus páginas.
“Yo no era V.R.G.Y.L…. Viuda, Rica, Guapa Y Lista, Solo una pobre C.I.Y.V.P.E…. Chica Insignificante, Vulgar Y Perdidamente Enamorada.” (pág. 290).
Esta semana me llamo Cleopatra
Editorial: La Cuadra Éditions
Colección: ficción cómica, romantica.
Número de páginas: 302
Luisa María Linares (Madrid, España, 7 de septiembre de 1915 - Estoril, Portugal, 12 de septiembre de 1986) fue una escritora española. Entre 1939 y 1983, escribió 32 novelas románticas y de aventura, reeditadas y traducidas a varios idiomas y adaptadas al cine y al teatro.
Luisa María Linares nos toca el corazón con historias llenas de ternura y espontaneidad, donde la fuerza del amor viene a trastornarlo todo. Bajo su pluma brillante, la imaginación, el encanto y el humor están siempre presentes, y el ritmo de la trama nunca para.
En el 2021 La Cuadra Éditions reedita los libros de la novelista española para hacerlos redescubrir o descubrir al público contemporáneo.
La editorial, para comenzar, publica sus cinco de sus libros más vendidos, con ediciones en español y en francés. Placeres de lectura imperdibles para quienes aman las historias de amor divertidas y entrañables, dinámicas y apasionadas:
Mi enemigo y yo (1939)
Escuela para nuevos ricos (1939)
Soy la otra mujer (1950)
Solo volaré contigo (1952)
Reseña de Mi enemigo y yo
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